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Enero no sólo ha traído el temporal de nieve y frío Filomena, que ha congelado las temperaturas, también un importante aumento del precio de la luz. Concretamente, un 27% más en el precio en tarifa regulada, al pasar de 13,24€ por kilovatio/hora a inicios de 2020 a 16,81€, en los primeros días de 2021, según Facua.
El precio de la luz registró su segundo nivel más alto de la historia el pasado viernes, con 95 euros por megavatio/hora (Mwh). Tras una ligera bajada el domingo, el lunes, 11 de enero, la tendencia vuelve a ser al alza, con un coste medio de 82,45 euros/MWh, especialmente acusada en la franja horaria de las 21-22h. Y, en la jornada del martes, 12 de enero, subirá de nuevo hasta los 84,25 euros el MWh de media, según datos del Operador del Mercado Ibérico de la Electricidad (OMIE).
El principal motivo de esta subida se debe al gran aumento de la demanda por las bajas temperaturas y al mayor uso de gasoil y carbón para la producción de electricidad, en detrimento de energías renovables procedentes del sol y el viento, con mayor escasez por las condiciones climatológicas adversas, pero más baratas y sostenibles.
Este incremento afecta a aquellos hogares con tarifa indexada, con un funcionamiento regulado por el mercado mayorista de electricidad – similar a la Bolsa – y con cuantías diferentes cada hora, que hará aún más difícil la ‘cuesta de enero’ para estas familias, que engloban a 11 millones de personas en España. Según Facua, el recibo de la luz para un hogar estándar rebasaría los 80 euros al mes, frente a los 67 euros mensuales de media.
Para conocer la tipología de tarifa eléctrica del hogar, basta con comprobar en la factura de la luz los datos del contrato. En los casos que aparezca ‘tarifa PVPC’ o ‘tarifa regulada’, afectará la mencionada subida del precio de la luz.
*guía con las claves para ahorrar en la factura de la electricidad, sin importar la tipología de tarifa contratada, y así ayudar a paliar la ‘cuesta de enero’ de este 2021.
Otra buena práctica es reducir el número de bombillas por estancias, ya que en muchas ocasiones una lámpara tiene más de las necesarias o hay dos focos de luz muy seguidos. Se pueden eliminar algunas de estas bombillas o, en lugar de dos, utilizar una sola pero más potente, que consume menos.
A mayor número de grados, más gasto de calefacción. De media, por cada grado menos se ahorra entre un 7-11% de la energía. La temperatura ideal está en torno a los 19-21 grados y se recomienda no sobrepasar los 16º por la noche. Además, es recomendable el uso de termostatos automáticos de regulación de temperatura, así como vestir en casa con ropa acorde al invierno y no tener encendidos los radiadores de estancias que no se utilicen habitualmente.
Estos aparatos suponen un importante gasto en la factura eléctrica y con pequeños trucos se puede reducir esta cuantía. Por ejemplo, no hay que abusar del uso del horno para cocinar, pues es uno de los electrodomésticos de mayor consumo. Cuando se utilice, no abrirlo varias veces porque pierde temperatura y gasta más al tener que calentarse de nuevo. Debemos aprovechar el calor residual de la vitrocerámica y el fuego, apagándolo unos minutos antes de que la comida esté lista. También hay que evitar abrir y cerrar el frigorífico con mucha frecuencia y mantenerlo en una temperatura de 5º para refrigeración y -18º para congelación. A la hora de lavar la ropa, poner la lavadora a una temperatura entre 40-60º implica un ahorro del 40%.
La situación climatológica y la pandemia están llevando a pasar mucho más tiempo del habitual en casa, lo que repercutirá en el gasto doméstico. Por tanto, incorporar estos trucos ayudará a reducir la factura eléctrica, hacer más llevadera la ‘cuesta de enero’ y contribuir a la sostenibilidad y eficiencia energética para también beneficiar al planeta.
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